* La preparación de un examen debe iniciarse con suficiente antelación, y planificarse a un ritmo constante, previendo un horario de repaso.Al mismo tiempo, debemos combinar el estudio con ejercicios de relajación, respiración profunda y autocontrol, para conseguir la confianza en uno mismo.
* Está comprobado que los datos memorizados se olvidan tanto más rápidamente cuanto menor es el tiempo dedicado a su asimilación. Los atracones en el estudio, ante los exámenes, sientan igual de mal que en las comidas y conforme los toma uno los "vomita", con lo cual no queda casi nada en el cerebro.
* A la hora de organizarte tus sesiones de estudio, previas al examen, debes tener en cuenta que por cada hora de estudio debes descansar unos 15 minutos, y, al menos, un día a la semana.
* La alimentación durante los días de exámenes debe ser equilibrada, evitando las comidas copiosas, ya que producen pesadez y somnolencia, dificultando la concentración. Recuerda que el hierro, calcio y fósforo son fundamentales para la actividad intelectual. Por eso debes tomar la típica dieta mediterránea (legumbres, pescados, productos lácteos, frutas, verduras, hortalizas y algo de carne). Tienes que comer al menos 3 veces al día, procurando comer despacio y masticar e insalivar bien para disminuir el estrés y las digestiones pesadas.
* Según los expertos, es aconsejable estudiar antes de dormir, ya que el sueño contribuye que se consolide lo aprendido.
* Debes comenzar estudiando la parte más sencilla y dejar la parte más difícil para el punto máximo de actividad. De la misma manera que ocurre en los entrenamientos deportivos, primero un buen precalentamiento y después la prueba más dura.
* El ejercicio físico 2 ó 3 veces por semana, es fundamental, ya que elimina toxinas y energía y combate la ansiedad y el estrés.
* La noche anterior debes prepararte todo el material que necesites para el examen. El despertador no debe sonar antes de haber dormido 8 horas. El desayuno debe ser ligero. Luego con la mayor tranquilidad posible escucha las instrucciones del profesor y por fin lee detenidamente varias veces los enunciados, y comienza a responder. Contesta primero las preguntas que mejor te sepas, o que tengas más seguridad, y deja para el final las demás al objeto de que no te falte tiempo. En cuanto a la letra, ésta debe ser legible, sin tachaduras, sin expresiones incorrectas ni frases enrevesadas.